Preámbulo

Volvemos sobre las expresiones españolas populares que los hispanohablantes deberíamos conocer.

La población mundial a día 15 de marzo de 2022 es de 993 612 869 (7993 millones) de personas.

¿Y cuántos hablamos la lengua española o el castellano?

543 millones

El español cuenta con el honor de ser el cuarto idioma más hablado del mundo, con aproximadamente 543 millones de hablantes, de los cuales 460 millones son nativos. Esto significa que más del 6% de la población mundial son hablantes nativos del idioma.

 

 

Según leemos

El hecho de que compartamos el mismo idioma no significa que siempre nos entendamos en su totalidad. Incluso hay palabras que pueden significar cosas diferentes dependiendo de donde se esté diciendo. La cuestión es conocer qué es lo que significa cada expresión, para así saber interpretarla al momento en el cual se está hablando.

Expresiones españolas seleccionadas

1.- Comerse el marrón

Su origen, según esta fuente, está asociado a Salamanca, donde se llamaba marrón al tronco o viga que en las construcciones populares se utilizaba para colgar la matanza, trastos, herramientas… es decir, el marrón era algo que cargaba con todo. Por lo tanto, el origen del dicho era más bien “cargar a alguien como a un marrón“, que cargar el marrón a alguien, que es el uso habitual en nuestros días.

Como cubano de origen, recuerdo algo parecido en casa de campo de mis abuelos: en la cocina se ponían sobre el fogón, de leña o carbón, los bacalaos salados, el tasajo, las longanizas y otros derivados de la matanza para que se conservaran, ya que no había refrigeración.

No recuerdo que se le llamara ‘marrón’.

La longaniza se consume cocida, también se puede comer cruda, siempre y cuando se haya dejado curar (secar al aire durante varios meses) y se define así:

«…Es un embutido largo originario de España, relleno de carne de cerdo picada.
Se elabora en diversos países, como Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, España,
Paraguay, Panamá, Perú, Uruguay, Venezuela y también en Cuba»

Dicho esto, marrón también es un término alusivo al color de las castañas, proveniente esta definición del francés. De hecho, en el diccionario de la RAE marrón es también “castaña comestible” (del francés). Y castaña equivale a problema, por lo que comerse un marrón es indicativo de tener que hacerse cargo de un problema.

2.- Liarla parda

Esta es una expresión que utilizan mucho los españoles para manifestar que han hecho algo que ha provocado un lío o un caos muy difícil de resolver.//Cuando queremos armar un lío, un embrollo que deriva en una situación comprometida, ‘la liamos’. Pero si la liamos parda, el embrollo es tal que puede resultar hasta gracioso, en plan buen rollito. ‘Liarla parda’ pasa por ser eslogan en diferentes medios, la prensa y la radio la usan habitualmente y es la comidilla de toda conversación guay que se precie…

También significa: armar un escándalo o un jaleo. Crear una situación embarazosa o comprometerse al equivocarse o meter la pata

Es posible que «parda» venga del color pardo, que es un marrón bastante oscuro. Entonces «Marrón» en el lenguaje popular también puede significar un lío, un rollo, etc.

3.- Meter la Pata

Esta expresión es parecida a  la anterior.

Según esta fuente: «…se utiliza cuando uno comete un fallo, hace algo inoportuno. El origen de esta frase hecha no está del todo claro pero hay dos versiones que parecen más lógicas.

Se puede entender ese dicho literalmente, o sea que se refiere a una pata de un animal que se queda atrapada cuando él cae en una trampa de cazador. Y de allí viene esa expresión, que significa que uno se encuentra “atrapado” en una situación incómoda por culpa de su propia torpeza.

Por otro lado, existe la versión que conecta la expresión “meter la pata” al mismo diablo. Antes en muchas localidades españolas se utilizaba la palabra “pateta” para referirse al demonio y existía un dicho popular “mentar a pateta” o sea nombrar al diablo. Muy probablemente este antiguo dicho se haya modificado a lo largo de años y llego a nuestros tiempos en forma de la frase “meter la pata”.

En este caso se puede decir que la frase tiene su raíz en la superstición de que cuando hacemos algo mal, “metemos la pata” es que es el diablo que se interviene en nuestros asuntos con sus travesuras y nos hace equivocarnos».

4.- Tener mala leche

Esta es utilizada para personas que poseen un comportamiento de maldad o que tienen intenciones dañinas hacia otra persona.

Según esta fuente, su Origen:

Se remonta a la antigua creencia de que la leche con que se amamantaba influía en el carácter. Por ejemplo, Aristóteles aseguraba que existía una cierta organización social que venía determinada por la leche mamada. Así, los miembros naturales de una aldea eran los que habían ingerido la misma leche. Por su parte, San Agustín recomendaba que los niños cristianos no fueran amamantados por amas paganas, porque esto influiría negativamente en su fe. Los médicos también aconsejaban que se buscaran nodrizas sanas física y mentalmente

A freír espárragos, vete al carajo y más…

5.- Que te den morcilla

Esta es una frase que es utilizada comúnmente para expresar odio o enfado a alguna persona.

Origen:

El origen lo encontramos en la antigua costumbre de lanzar a los animales que vagabundeaban por las ciudades trozos de morcilla a las que se le introducía algún tipo de veneno en su interior, para eliminar de esta manera esos animales que eran considerados portadores y transmisores de peligrosas enfermedades para el ser humano.

6.- Se te ve el plumero

Algo parecido a “tener mala leche”, esta frase es utilizada cuando alguna persona se ve que tiene intenciones de provocar daño.

Origen:

Según la fuente, el origen de la locución, y sus derivados, se remonta a la época de las Cortes de Cádiz de 1812, en la que se reconoció y reguló a las milicias nacionales; una fuerza compuesta por voluntarios dispuestos a defender los ideales progresistas. Por su parte, el bando absolutista no era partidario de dicho cuerpo.

La Milicia Nacional se dividía en los cuerpos de infantería, caballería y artillería, teniendo cada uno de ellos su propio uniforme y cuyo gorro militar estaba coronado con un curioso y llamativo  penacho de plumas.

Este penacho de plumas destacaba en la lejanía, pudiéndose distinguir y saber a qué bando y cuerpo pertenecían sus portadores.

Constituye una alusión, no al utensilio de limpieza llamado plumero, sino al penacho de plumas que coronaba el morrión de los voluntarios de la Milicia Nacional, la que nació el año 1820 para defender los principios liberales y progresistas

7.- A freír espárragos

Cuando quieres deshacerte de alguien porque está siendo muy molesto, lo puedes mandar “a freír espárragos” y así estará bastante ocupado.

Se trata de una de las expresiones más popularmente usadas para echar a una persona de un lugar o apartarla del trato con desaire, cansados de sus inconclusiones, comentarios o impertinencias.

Origen: La frase data del Siglo XIX, y se usaba con la misma intención que actualmente. A sabiendas que el espárrago se cuece en el primer hervor, la expresión hace referencia a la intención de querer tener a alguien ocupado el mayor tiempo posible, y para ello y evitar su molesta compañía, se le mandaba a freír espárragos. Por aquel entonces también se decía “anda a esparragar”. Existe también la teoría de que por aquella época los espárragos fritos no tenían ninguna consideración culinaria, y por ende, realizar dicha tarea no tenía ningún sentido más que perder el tiempo. Mandar a freír espárragos con el intención de perder, al mandado, de vista.

8.- Vete al carajo

Es muy recurrida cuando alguien dice o hace algo que nos molesta y, ni cortos ni perezosos lo mandamos “ó carallo” como dirían los gallegos. Sin embargo: ¿Cuáles es el origen real de la expresión «Vete al Carajo»? 

Si buscamos en el diccionario dela Real Academia Española el significado propio de la palabra “carajo”, la primera acepción que aparece es la de miembro viril…

Recordemos su verdadero origen, porque en tiempos del imperio español, impresionantes carabelas surcaban el Atlántico dónde los vigías ojeaban el horizonte en busca de señales de tierra. Lo hacían desde una canastilla situada al final del mástil, a la que los marineros (por su semejanza con el órgano sexual masculino) terminaron por llamar CARAJO.

Como castigo y a consecuencia de una infracción cometida a bordo por un marinero, éste era enviado al carajo durante horas e incluso días. La sensación de movimiento lateral era tal, que los marineros salían mareados y atormentados. La expresión se popularizó por el uso descontextualizado de los marineros, y ha llegado a nuestros días como respuesta a cuando alguien nos dice algo que nos sienta mal o nos hace sentir incómodo

Dar calabazas, dorar la píldora y otras…

9.- Dar calabazas a alguien

Esta expresión es utilizada para las personas que están buscando amores, pero en este caso no son correspondidos.

Significado: es la acción de rechazo a una persona que previamente se ha insinuado amorosamente a quien la realiza.

Origen

Tiene su origen en la Antigua Grecia. La calabaza era una hortaliza a la que se le atribuían propiedades antiafrodisíacas, y su ingesta estaba destinada a evitar el contacto carnal entre seres humanos.
Dicha atribución religiosa se mantuvo con el paso del tiempo, y en la Edad Media se seguía empleando con el mismo fin. De hecho, algunos clérigos católicos llegaron a recomendar el consumo de las pepitas de calabaza durante sus homilías, como método para mantener la castidad y huir de la lujuria, que está considerada como un pecado capital.
También hay otras versiones que cuentan que en las zonas rurales catalanas, las calabazas eran un símbolo entre familias para declinar la pedida de mano de un pretendiente: en el caso de que la respuesta del cabeza de familia fuera negativa, y para evitar un momento incómodo, en vez de decírselo directamente, se le daba de comer un plato cocinado a base de calabaza.
La calabaza se ha extrapolado genéricamente a estas y otras situaciones como símbolo de fracaso o terror (Halloween), debido probablemente a la expectativa que genera dado su tamaño, y lo hueca y escasamente aprovechable que se muestra una vez que está abierta.

10.- Dorar la píldora

Suavizar una noticia desagradable para evitar el enfado o disgusto de la persona que la recibe.
Halagar o dar coba [una persona] a otra para conseguir un fin determinado.

Origen:

«Píldoras. Unas pelotillas medicinales y purgativas, que se toman por la boca, y los boticarios suelen dorarlas para disimular el amargo del acíbar que llevan dentro, y así quedó por proverbio: Píldora dorada, por los lugares honoríficos que tanto padecen de codicia y después amargan más que mil hieles».

Y las tres expresiones finales en este cartel

Expresiones españolas

 

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